Los albores del despertar
No fueron antes ni después, sino ahora. Estos son los albores del despertar de la humanidad.
Los magnicidios de la humanidad sólo acaban de comenzar. Los magnicidios de la humanidad revierten en soledad e indisciplina de otros; volcados de energía que nada llevan de día. Hay fuerzas sobrehumanas manejando armas de guerra y de destrucción. Sin embargo, en la comunión en el alto rango de Dios y en todas las personas que son capaces de comulgar con la energía de Dios, hay algo mucho más poderoso que la manipulación: el Amor. El odio no trae nada amable. La venganza tampoco. La comprensión, el gozo, el sollozo incluso, proponen campos de luz de dimensiones abiertas. Aquellos que creen en el Dios que manifiestan, abren una gran puerta, una descomunal puerta, al universo, donde concretos arquetipos se manifiestan de forma absolutamente correcta.
Me complace hablarles de amor, de comprensión, de pasión, de sentimientos, de emociones. Cada uno de los que se libera a través de la experiencia, abre la puerta a la expansión propia y comunitaria. El alma habla a través de ti, de muchos seres de luz y de una serie de rangos de la conciencia que permiten la apertura de esa experiencia, de forma rápida y concreta, respetuosa y amable.
Todos los expuestos a las contaminaciones lumínicas, a las contaminaciones miasmáticas, a las contaminaciones mentales, tantas contaminaciones… deben de ser protegidos, salvaguardados y el beneplácito de Dios está en esto. No todos son elegidos, no todos son los llamados. Existen ritos, existen maestros y existen seres acompañados. Una forma de luz muy intensa acompaña a los elegidos. Otra forma lumínica indirecta a los llamados. Y por último, aquellos que son acólitos o se están abriendo a la expresión, cambian el rango y forma de acción.
Traigan a sus hijos, traigan a sus parientes, traigan a sus amigos a el canal para ser revertido cualquier proceso de enfermedad o para ser sanado su sistema emocional. El propósito de esto es abrir nuevos campos de luz dado que no existe la debilidad. Existe la entereza y la fuerza para ayudar a vivir el proceso de la humanidad. Cuando se abren las puertas del conocimiento, se abren las puertas de la sabiduría al mismo tiempo. Ninguna de las dos es mejor que la otra. Sin embargo, hay diferencias entre la una y la otra.
El que asciende y no desciende es el que sigue vigente. No vuelven los que se fueron, pero sí están enteros sus cuerpos y son manifestadas sus energías que pueden percibir a través de los guías o seres empíricos.
Cada credo habla de sus mártires de una forma adecuada. Es cierto que no es necesario que haya más muertes/mártires en la humanidad, cuando los sacrilegios se van sucediendo a lo largo de los tiempos y no contienen toda la información necesaria para ser manifestada.
Lo peor para la humanidad siempre está por llegar. El caso es que lo que sucede ya tiene sobrada importancia. El requisito más necesario para reparar todos los cuerpos de Dios es el Amor sin la condición que propone el ser humano. Hablen de cualquier cosa inteligente. No tengan prisa en dar los pasos. Todo lo que ocurre y sucede es necesario. Cada apertura de un sagrario a una dimensión distinta. No pidan a Dios lo que no pueden afrontar. Y si pueden hacerlo, háganlo ya.
A través del campo María Pilar