Una toma de conciencia (II)
En la propia realidad en sí misma hay una relación intrínseca entre aquello que se es dentro de la conciencia o fuera de ella. Trayendo las experiencias del pasado que han podido ser traumáticas o desesperantes para algunos seres humanos, se les pone de manifiesto una situación concreta para liberar esa experiencia en este presente, donde lidian con su ego en el presente y en el pasado al mismo tiempo, con su propia experiencia, reconocimiento y desconocimiento. Tratando todos estos avatares, el ser humano se enfrenta sin dificultades dentro de un espacio concreto para sanar. Las habilidades del comunicador (o sanador) son muy importantes (capitales) para liberar a través de esa fe que es consciencia –al mismo tiempo que presencia– cualquiera de esas experiencias dentro de la línea cronológica presente.
La estructura que se manifiesta dentro y fuera de las sanaciones es diferente. Los caudales se ponen uno en frente del otro para trabajar sus miedos, indecisiones, verdades o estrategias dentro de su vida presente terrena. Los ratios de la conciencia, al abrir esas experiencias, ponen de manifiesto las debilidades, las limitaciones y los contenidos que el ser humano alberga. La totalidad de la inmunidad del ser humano no existe por completo en un mundo repleto de incomodidades. Lo cierto es que la toma de la conciencia abre la puerta a cualquiera de todas esas experiencias para sanar.
Un ego difuso en todas estas experiencias no deja ver con claridad al ser humano tal y como es. Y delega en los principios armónicos a otros estados de conciencia menos convenientes. Trayendo al presente cualquiera de esas experiencias, el ser humano en sí mismo abre la puerta voluntariamente a un acto de fe que le lleva a comprender y a comenzar a liberar, sino en su totalidad en una gran parcialidad.
Lo que un ser humano mental piensa se distorsiona con facilidad. Lo que un ser humano siente en conciencia desbloquea en primer orden esa limitación mental y abre, por lo tanto, el campo de la sanación, trayendo desde luego una energía de otra dimensión al presente.
Estáis otorgando apertura al ser empírico más importante a través de la conexión corazón-corazón. Bienvenidos, sois los elegidos. Ahora, aportad de manera sabia y conveniente toda vuestra información presente. Sin distorsión. A través del don o dones manifestados. Fieles a vuestro ser y a vuestros compromisos, podéis hacer aquello más conveniente a la hora de aparecer o desaparecer en cada acto que se resuelve a vuestro alrededor.
A través del campo María Pilar