Amar al prójimo

Sois el final y el principio de una era singular.

Sois la primera persona y la última en realidad…

Si miráis alrededor, vais a descubrir dolor y desavenencias. Eso os lo propone la ciencia de inconsciencia de la falta de Amor propio. Verdaderas ignomínias se están gestando en el mundo donde estáis. Sinceramente, ¿amáis al prójimo en realidad?

Si queréis descubrir el Oro de vuestro Amor, dad por sentado que Dios, a través de todo lo que no podéis cuantificar, se manifiesta en presencia Universal. Y si decidís la vida sin reparar en los actos poco Armónicos, en general estaréis entregando vuestro tesoro mas bello: la identidad, vuestra esencia.

El mundo que conocéis ya desapareció. No porque lo entregárais, sino porque os lo arrebataron. Si os lo permitís, mirad a vuestro alrededor. ¿Queréis saber qué ocurrió? Que el Abuso y el Miedo han imprimido su fuerza en vuestra debilidad, ya que sois seres humanos.

Hace 2000 años nació un niño al que Herodes persiguió dando muerte a otros tantos como él: “niños”. ¿Qué han hecho todos los poderes hegemónicos? Arrebatar el poder a quien lo tiene en verdad: vosotros, la humanidad. Si os inhabilitan, vulneran vuestra identidad soberana. Cuando un medio de comunicación coacciona de manera ilícita sobre vuestra salud familiar –sí, la familia propia, universal– y os enfrenta, coarta vuestra intimidad.

Sed amorosos y cautos a la hora de actuar. Nadie de toda esa élite os va a acompañar en ese momento íntimo, libre y amoroso de compartir con vuestros seres amados.

Jesús no entregó su vida para salvarnos, sino para enseñarnos lo que hacen el poder del miedo y el poder del abuso. Podéis desmarcaros y entregar a vuestros predecesores hijos el poder de decidir libremente su vida. Evitad condenar o defenestrar a nadie. Si Jesús dejó un Mensaje, leer entre líneas…

Sois libres de entregar un amor responsable a todos vuestros semejantes y tenéis el derecho de recibirlo del mismo modo.

El que viene ya es y el que se va os muestra el camino.