Llamamiento a la humanidad
Yo que soy simiente de Luz y he venido a Voluntad manifiesto desde este lado de la Conciencia una extrema experiencia de dolor y sufrimiento y hago un llamamiento a toda la humanidad.
Experimentáis cambios en ratios de la Conciencia y, por lo tanto, renováis vuestra experiencia en diferentes actos de fe, de amor y de comprensión. No limitéis vuestro don mayor: la capacidad de ser humanos. Y no devaluéis vuestro ser empíricamente ni espiritualmente.
Sobrecogedoras son las alteraciones que van a devenir de diversos acontecimientos, más no todos los elementos están en disposición de recibir los eventos de manifestación precognitiva o predictiva. La realidad es que cada ser puede tener su propia epifanía, sintiendo con reverencia, en su propia referencia emocional o espiritual, aquello que pueda vivir o revivir a través del trauma de iniciación de un comienzo de paralización en la economía del planeta. La sinceridad es importante, más bien no sólo es la meta, y aquellos acontecimientos que como tales se van manifestando a través del sarmiento, la vid y el conocimiento empírico del Ser. Debéis acometer vuestros propios actos de comprensión para vuestra liberación propia; un reducto donde la humanidad se pueda quedar a observar, pararse a descartar todo lo inconveniente, indecente o inarmónico, y reconocer las virtudes de este ser y de otros seres como él. Demonizarán a muchos; a otros simplemente los apartarán. Y la mayor parte se conducirán de forma errada si no encuentran o hallan en sí mismo paz en el interior y renovación de la palabra. No dejáis de ser humanos; sabios, pero humanos.
Todos y cada uno de vosotros adquirís el conocimiento de la forma que habéis decidido hacerlo. Por supuesto es un momento de generosidad para la humanidad; no de rebeldía. La rebeldía en sí misma no será bien atendida en ningún lugar, pero sí podéis transgredir a la hora de explicar, comunicar o decidir cómo generar espacios para comunicar o meditar, para compartir, para abrir paralelas líneas de comunicación con otros seres en la misma acción que vosotros. Y, desde luego, sin devaluar vuestro ser, para permanecer en el máximo equilibrio y restituir vuestro propio Ser. Las canalizaciones o mensajes que recibís son, desde luego, difíciles a veces de admitir, comprender o incluso esclarecer.
De mis manos la Luz nace. Y del proceso renace aquel que subyace en Dios y manifiesta el Amor de todos los hombres y mujeres del campo la humanidad. Recibid la compasión y el amor, la comprensión de todo en vuestro interior, y redimir de los pensamientos y de los atroces momentos vividos por la humanidad. Sois la serena fuerza que comunica la palabra que admitís a revelaciones, sanaciones o diferentes imposiciones a través de conexiones diversas.
Los devotos y devotas de tu corazón son dignos de admiración; y elevados y presentes en su condición.
Que el dolor y el sufrimiento de la humanidad acaben es cosa de vuestros tiempos reales. Que la sinceridad abogue en cada uno de vosotros es vuestra responsabilidad. Y que seáis amables y generosos… unos con los otros. Los tiempos de cambio ya están pasando factura a la humanidad. Miraros al Corazón para recibir u otorgar una bella acción.
Escribid: «Yo que soy libre de elegir, elijo dejar de sufrir y vivir en paz y en armonía, aceptando que cada día vivo la experiencia de crecer y concluyo cualquier ciclo de mi vida reconociendo y aceptando para soltar lo que ya ha sido manifestado, y renovar mi espacio interior a través del amor y la comprensión, a través de la belleza y la pureza del Ser que soy en esencia. Estoy dispuesto o dispuesta a cambiar las actitudes que condicionan el ser que soy en todas las ocasiones, que admito distorsiones y pensamientos errados. Doy rienda suelta a mi Ser y reconozco el pasado, el presente y el futuro que ya ha sido manifestado. El que es ya es».
Todos los dotados estáis preparados. Y todos aquellos que ya os habéis encontrado, caminaréis para encontrar a otros en el mismo paso, sin debilitaros ni entregar vuestro ser.
Lo que ya se ha vivido no se vuelve a vivir, pero estad atentos ahora a dejar de repetir secuencias incómodas hora tras hora, pensamientos repetitivos minuto tras minuto.
Los muertos no hablan por boca divina, pero manifiestan esencia concreta y fina a través de la energía de amor. Los muertos no son aquellos que ya no están, sino aquellos que todavía están sin haber estado ni comprendido el momento vivido.
Abrazad el cuerpo de vuestros hermanos; tomaros en las manos. Dad gracias al Altísimo y manifestar presencia de amor y comprensión en todo momento. Nada está extinto del Ser, sino aquello que no es. Y sois simiente divina en toda la experiencia de Conciencia vivida.
No taparos los unos a los otros; ayudaros a acometer el plan. Permeables a los pensamientos, a los acontecimientos, a tantas vivencias como ha llegado a negar el ser humano, sed libres porque os amo. Y confiad porque así mismo estáis creando.
No sintáis miedo ni dolor, tan sólo compasión. Muchos creen haber encontrado a Dios; han buscado fuera y no en su corazón. Mirar a Dios es comprender el Ser en aquello que es, en aquello que fue y en todo lo que puede ver de sí mismo a través de el espejo interior. Serviros del conocimiento de otros para evolucionar, crear vuestros propios espacios para compartir.
Shalom
A través del campo María Pilar